domingo, 8 de junio de 2014

Estudio de la semana - Conviviendo con los espinos

Era una vez un puercoespín que vivió en la era de hielo y era líder de   un grupo. Su nombre era puercoespín. El observo que, muchos animales de diferentes especies, acababan muriendo debido al riguroso frio y que los grupos se mantenían juntos, principalmente durante la noche, tenían más chance de sobrevivir. Entonces el jefe de los puercoespín  resolvió reunir a todos sus subordinados y ordeno que a partir de aquella noche todos debean juntarse en grupos, y a se mantendrían calentitos, protegiéndose unos al os otros. 



Ya en la primera noche puercoespín recibió muchas reclamaciones, púes los espinos de unos acababan hiriendo a otros. Debido a esto los animales decidieron desobedecer la orden del líder y se apartaron unos de otros. En la mañana del día siguiente dos puercoespín fueron encontrados apartados del grupo y muertos,  completamente  congelados.  Tal  escena  dejo  todo  el  grupo  asustado  y en profunda tristeza. Nuevamente puercoespín reunió a todos y los mandos que hicieran una elección: o ellos se habituaban a convivir con los espinos ajenos o  tendría su especie  extinta  del  planeta.  Obviamente  todos  resolvieron  quedar  juntos,  mismo sabiendo que estaan sujetos a herirse con algunos espinos ajenos.

Conclusión:
Aprendemos en la Palabra de Dios que el amor todo lo sufre, todo lo cree,

todo espera, todo soporta. El amor nunca deja de ser;” (1 Corintios 13.7). Cuando tenemos el amor de Dios en nuestro corazón, adquirimos condiciones para soportar todo y  hasta  convivir  con  personas  diferentes  a  nosotros,  con  manías  diferentes  de  las nuestras y también opiniones diferentes. Esto no significa decir que vamos a concordar con sus errores, pero estar conscientes de que todos somos pecadores y si Dios nos perdona porque no hacer lo mismo? El amor de Dios nos lleva a creer que m ismo las personas que nos enfrentan y maltratan podrán ser transformadas mediante nuestra oración y la fe. Solamente el sentimiento Divino nos dará condiciones de orar por aquellos que nos hacen el mal. ¿Y usted, se ha considerado la persona perfecta rechazando a su prójimo, o se ha esforzado para vivir en unión con sus semejantes? Recuerde que, por no haber comprendido al compañero los dos puercoespines murieron sin haber reflexionado que un día sus espinos tal vez hayan herido a alguien también.

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