Omnipresente – el rey David, en una de sus oraciones, se expresa así:
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.” Salmos 139:7?10
No hay quien pueda esconderse del Espíritu de Dios, pues Él está en todo lugar simultáneamente, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, siempre que hubiera un grito de dolor y una súplica a Dios, en el Nombre del Señor Jesús, podemos estar seguros de que el Espíritu de Dios oirá y atenderá a quien clame por Él.
Incluso en este momento, si usted, al leer esta página, siente en el corazón un palpitar diferente, un deseo inmenso de contactarse con Dios, en el sentido de recibir ayuda inmediata, sepa que no solamente el Espíritu Santo está a su lado, sino que también hay una promesa Suya registrada, diciendo: “E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.”,(Salmos 50:15).
Haga ahora mismo una oración, que no necesita ser larga ni bonita, sino sincera. Y de la misma forma en que el Espíritu Santo envolvió a la virgen también lo envolverá a usted ahora. ¡Es verdad! ¡Experiméntel
Omnisciente – sería innecesario hablar sobre la omnisciencia del Espíritu de Dios, una vez que ya vimos que Él es omnipresente. Si es omnipresente entonces también es omnisciente, ya que está en todos los lugares al mismo tiempo. Se concluye que sabe todas las cosas al mismo tiempo también.
Razón por la cual, el apóstol Pablo afirmó:
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1 Corintios 2:10, 11
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